La red eléctrica tiene una longitud total de muchos millares de kilómetros, pero funciona de manera unificada. El tendido eléctrico intercala subestaciones y transformadores para modificar el voltaje según requieran las necesidades del transporte.
La electricidad fabricada en los generadores de las centrales debe ser acondicionada para su transporte de larga distancia. Para ello, se eleva su tensión hasta 400.000 voltios en grupos de transformadores. De esta forma, se reduce la resistencia que crea el cable del tendido eléctrico.
Esta electricidad de alta tensión es posteriormente transformada en media y baja tensión en estaciones y subestaciones, hasta que por fin llega a nuestras casas con una tensión de 220 voltios.
La red eléctrica de nuestro país tiene una longitud total de 600.000 kilómetros, 50.000 de ellos en alta tensión. Ramales importantes son los que conectan las grandes centrales térmicas del noroeste de la Península con el centro de consumo madrileño, o la “autopista eléctrica” que lleva a la zona industrial de Bilbao la hidroelectricidad del tramo final del Duero.
Tras ensayos y proyectos ya hacia 1920, en 1944 se plantaron los cimientos de la actual red eléctrica unificada. Toda la producción de electricidad se vuelca a un único depósito de distribución, de manera que es imposible saber el origen de la electricidad que llega a las casas o las fábricas.
De los usos de la más versátil de las energías
Solución sostenibleReducir el impacto sobre el paisaje y la fauna de la red de tendidos eléctricos.
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