Aunque en algunas localidades rurales nunca han dejado de usarla, la leña y sus derivados están conociendo un cierto revival. Recientemente, la biomasa está está empezando a mover incluso vehículos. La leña tradicional se prolonga hoy en derivados como las briquetas y el biofuel.
Quemar leña en una chimenea, salvo en aldeas aisladas en la montaña, se ha convertido en un lujo que sólo unos pocos se pueden permitir. No obstante, el auge de la segunda residencia, o de la primera con fuego del hogar incorporado, está haciendo crecer de nuevo el tráfico comercial de leña y carbón vegetal.
Las briquetas son un combustible para usar en pequeñas calderas de calefacción. Se elaboran con residuos de madera triturados y compactados y tiene gran poder calorífico. Estos y otros combustibles derivados de la biomasa tienen todavía hoy gran importancia en la cesta energética de la calefacción.
Un uso más reciente es la fabricación de biofuel, combustible para vehículos a base de materias vegetales. Brasil fue el país pionero, con un programa para fabricar alcohol como combustible de automóvil a base de caña de azúcar, que no tuvo todo el éxito esperado. No obstante, hoy lo ha vuelto a lanzar con mejores perspectivas.
De la biomasa a su empleo en casas y fábricas
Solución sostenibleEl biofuel puede ser una solución, aunque sea parcial en principio, para reducir la enorme dependencia de nuestros sistemas de transporte de un petróleo lejano, caro y contaminante.
Enlace de interésBionor.
Empresa de fabricación de biodiésel. Con un mapa de biogasolineras.
Consejo Europeo del Biodiésel.
(En inglés).