Gran parte de las necesidades energéticas de los hogares y la industria consisten en calor distribuído. La energía solar térmica puede satisfacer buena parte de estas necesidades. Las instalaciones de energía solar térmica pueden ser de muchos tipos diferentes. De izquierda a derecha, se muestran distintas formas de concentrar la luz del sol para obtener temperaturas crecientes, desde el panel más sencillo de baja temperatura (poco más que una caja cubierta de cristal) a las de alta temperatura, donde la luz del sol se concentra en el foco de una parábola.
Existe una gran variedad de instalaciones de energía solar térmica, diferenciadas principalmente por el grado de temperatura que pueden alcanzar. Cada instalación proporciona por lo tanto un tipo diferente de producto energético.
El agua caliente de baja temperatura (en torno a los 40º o 50ºC) resulta adecuada para proporcionar agua caliente sanitaria a los hogares o a los servicios de higiene de cualquier instalación. También es útil en procesos industriales de lavado y limpieza de productos.
Agua caliente de media temperatura, bajo el punto de ebullición, puede servir para alimentar calderas de calefacción en viviendas, oficinas y talleres, así como para determinados procesos industriales, como el escaldado de frutas.
Temperaturas superiores pueden servir para procesos específicos industriales. Una variante de interés es la obtención de frío a partir de una instalación de energía solar térmica.
De los variados destinos de la más sencilla de las energías
Solución sostenibleMultiplicar el número de las aplicaciones de la energía solar térmica contribuye a la generalización de su empleo.
Enlace de interésProsol Andalucía.
Programa de la Junta de Andalucía de subvenciones para instalaciones domésticas de agua caliente solar.