Los carbones han retrocedido recientemente a la tercera plaza en importancia como fuentes de energía primaria, desbancados por el gas natural. Es un tipo de energía que reducirá su consumo en los años por venir. Los carbones suponen aproximadamente un 15% del consumo total de energía primaria en España. Datos en Mtep (millones de toneladas equivalentes de petróleo)
El carbón (hulla, antracita y lignito) es un tipo de energía en retroceso, propio de la primera revolución industrial. Pero su definitiva erradicación está todavía lejana, pues los gobiernos lo emplean como solución de emergencia para paliar los altos precios del petróleo.
El carbón se salvó de la extinción gracias a su empleo masivo como sustituto del petróleo en la generación eléctrica.
Quemar carbón es una manera muy sucia de producir energía, pues genera gran cantidad de contaminantes de todas clases, incluyendo partículas que oscurecen la atmósfera y nuestros pulmones y gran cantidad de cenizas.
Se han propuesto diversos métodos para “civilizar” el carbón y reducir su impacto sobre el medio ambiente, pero todos son relativamente complejos y costosos.
Del empleo energético e industrial del carbón
Solución sostenibleErradicar la quema de carbones sería un gran paso adelante en la dirección de una energía sostenible. Pero para ello será necesario reducir la demanda de energía eléctrica: es en las centrales térmicas donde se emplea la mayor parte de este combustible.
Enlace de interésAsociación Europea del Carbón y el Lignito.
(En inglés, francés y alemán)