La biomasa es la quinta energía primaria en importancia, si bien ya un orden de magnitud por debajo de las energías fósiles. Se espera un crecimiento rápido de su empleo en los próximos años. Tan sólo un 3% de la energía primaria comercial es en forma de biomasa. Es un resto exiguo de su antiguo dominio del mercado. Datos en Mtep (millones de toneladas equivalentes de petróleo)
Residuos forestales, de fábricas de muebles, cortas de leña, residuos vegetales, etc: todo ello puede convertirse en combustible, en bruto o bien transformado en briquetas u otras modalidades comerciales.
La biomasa ha tenido un descenso constante por la competencia del butano y otras energías domésticas y un crecimiento paulatino posterior, una vez que el Gobierno la incluyó en los planes de energías renovables.
Hubo un tiempo en que el 99% de la energía utilizada por la humanidad era pura y simple biomasa, y todavía hoy supone un elevado porcentaje en los países de menos renta per cápita. En España, compartió la primacía con el carbón durante buena parte del siglo XX, hasta que la generalización del uso de carbones, butano y gasóleos la hizo retroceder definitivamente.
Recientemente, la biomasa está atrayendo un creciente interés. Su empleo se está diversificando. Por ejemplo, además de su empleo directo, está aumentando su conversión en electricidad o en biodiésel.
Hasta los variados usos de la biomasa
Solución sostenibleLa falta de limpieza de los montes es una causa importante de los incendios forestales. Retirar esa enorme cantidad de materia orgánica y darle un uso energético sería un avance importante hacia sostenibilidad.
Enlace de interésAsociación Española de Valorización Energética de la Biomasa.