En España es ENUSA (Empresa Nacional del Uranio) la que se encarga de extraer el mineral y fabricar el combustible nuclear.
Como en el caso de los combustibles fósiles, el mineral de uranio que se empleará en las centrales procede de diversos países.
La minería del uranio implica grandes movimientos de tierra y rocas, y la creación de montañas de residuos mineros.
La minería del uranio es una actividad potencialmente muy destructiva. Es necesario arrancar y procesar gran cantidad de roca para obtener pequeñas catidades de uranio aprovechable, pues su concentración es baja, en torno a 500 gramos por tonelada de mineral. Los residuos mineros –débilmente radiactivos– pueden contaminar el suelo y las aguas.
El mineral de uranio está compuesto en más de un 99% por el isótopo inerte U238. Menos del 1% es el isótopo activo U235. El mineral debe ser por lo tanto refinado para hacer aumentar su concentración de U235 en instalaciones especiales. Todo el proceso conlleva múltiples riesgos, y está muy centralizado y controlado directamente por el Estado.
Hasta 2001 se extrajo uranio de las minas de Saelices-Ciudad Rodrigo (Salamanca). Las minas clausuradas son objeto hoy de una laboriosa restauración ambiental. El uranio que se utiliza hoy en España procede de explotaciones mineras de todo el mundo. Una parte importante viene de COMINAK (Compagnie Minière d'Akouta), en la República de Níger, sociedad participada por ENUSA.
Desde las minas hasta el combustible nuclear
Solución sostenibleLa minería de uranio es una actividad muy contaminante y potencialmente muy peligrosa. Además de cerrar las minas situadas en los países ricos, sería una buena idea plantear también el cierre de las minas situadas en los países pobres.
Enlace de interésCentro de Información del Uranio.
(En inglés)