La fuerza del viento y del agua es una fuente de energía conocida y aprovechada desde hace miles de años. Ahora se están viendo sus grandes posibilidades para construir una cesta energética sostenible. Dos mecanismos importantes de acumulación de energía en la atmósfera son la elevación de agua por evaporación y el movimiento de masas de aire entre zonas de diferentes presión.
A escala planetaria, la atmósfera es un delgado barniz que cubre nuestro globo. Pero esta capa fluida está en constante movimiento bajo el influjo de la radiación solar, elevando millones de toneladas de agua y enviando millones de caballos de fuerza en forma de viento de un extremo a otro de la Tierra.
Intercalando captadores en el camino de este torrente de energía podemos convertirla en energía comercial. Para ello se instalan presas en el curso de los ríos o molinos de viento en la cresta de los montes.
La mayor parte de la energía procedente de la máquina atmosférica se transforma hoy día en electricidad. Hasta hace unos años, era corriente su empleo directo en máquinas movidas por fuerza hidráulica o de molinos de vientos en pequeñas fábricas, serrerías o molinos de grano.
Hacia la fuerza del agua y del viento
Solución sostenibleExisten grandes posibilidades de expansión de la energía “atmosférica”. Para ello será necesario mejorar la eficiencia de captación y reducir su impacto sobre el medio ambiente.
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