Todas las actividades relacionadas con la producción y consumo de energía tienen un cierto grado de impacto sobre el paisaje y la biodiversidad. Alineaciones de aerogeneradores, penachos de humo de centrales térmicas o tendidos de alta tensión son algunos de los impactos visuales más notorios de la energía.
Todas las etapas del camino de la energía tienen un impacto mayor o menor sobre el paisaje y la biodiversidad. La mineria energética a cielo abierto crea enormes heridas en el terreno. El transporte de gas o petróleo en gasoductos u oleoductos abre profundos surcos en los campos.
Las centrales de producción de energía final reflejan diferentes tipos de efectos sobre el paisaje. En una nuclear, el riesgo potencial es más importante que el impacto visual o la ocupación de terreno. Una gran central térmica, por el contrario, ocupa una enorme extensión de terreno física y visualmente, con sus parques de almacenamiento de carbón y chimeneas de más de 300 metros de altura.
Las centrales eólicas son muy poco contaminantes, pero paradójicamente son las más visibles de todas, al estar enclavadas en crestas y cuerdas de las sierras. También es importante el impacto de las centrales hidroeléctricas, más por el efecto de corte que crean en el ecosistema del río que por su impronta visual.
Tal vez el efecto más visible sobre el paisaje lo cree la red eléctrica, con sus decenas de miles de kilómetros de tendidos de alta y media tensión, y centenares de miles de baja tensión.
De las múltiples fuentes de impacto sobre el paisaje
Solución sostenible- Ordenación del territorio, o el arte de hacer coexistir actividades diversas y a veces poco compatibles en un espacio limitado.
Enlaces de interésGrupo de Protección del Cielo.
Dedicado a combatir la contaminación lumínica.
Energie-Cités.
Asociación de municipios europeos por una energía sostenible. Buscando la mejor integración entre la energía y el paisaje. (En inglés)