En forma parecida a lo que ocurre con el petróleo, el gas natural también posee una extensa red mundial de transporte a base de gasoductos y barcos especializados. Argelia suministra casi la mitad de todo el gas natural que se consume en España, y la mayor parte del combustible fluye por un gran gasoducto que atraviesa el estrecho de Gibraltar.
El gas natural necesita poca transformación para ser utilizado en sus destinos finales de la industria y los hogares. En ocasiones es preciso filtrarlo de impurezas o reducir su grado de humedad. Una vez que está listo, comienza su largo viaje a partir de los yacimientos hasta las grandes estaciones de distribución en el país de destino.
Buena parte del gas es transportado directamente en gasoductos, el más importante de los cuales es el del Magreb, que lleva el gas desde el yacimiento de Hassi R’mel (Argelia) hasta Cádiz. Otro ramal va desde Francia hasta el País Vasco.
Otra parte importante se transporta en forma de Gas Natural Licuado (GNL). El gas en bruto se enfría y comprime hasta que pasa al estado líquido. Entonces de carga en grandes buques metaneros, que depositan su carga en estaciones de regasificación (como la de Barcelona, la primera en funcionar). De ahí, el gas natural reconstituído se inyecta en la red fina de distribución.
De los gasoductos y buques metaneros
Solución sostenibleEl transporte directo por gasoducto, sin pasar por la fase de Gas Natural Licuado, parece más eficiente y sustituye poco a poco a la flota de buques metaneros. No obstante, la construcción de gasoductos tiene un impacto considerable sobre el paisaje que debe ser reducido.
Enlace de interésProyecto del Gasoducto del Norte de Europa. (NEGP)
(En inglés)