Camiones y autobuses (hoy por hoy) necesitan gasolina o gasóleo para funcionar. Pero tal vez no sea así en un futuro próximo. La economía del hidrógeno desconectaría el transporte del consumo de petróleo y lo enlazaría con la producción de electricidad.
Aproximadamente un millón de vehículos de transporte por carretera están autorizados para su uso en España. De ellos, más de 350.000 son vehículos pesados, con más de 3,5 toneladas de capacidad de carga. A esto hay que añadir decenas de miles de licencias internacionales.
El transporte por carretera tiene una importancia mucho mayor en nuestro país que en el conjunto de países de la UE. La razón es que la red de ferrocarriles es menos densa que la habitual en Europa Occidental, y la de canales fluviales es inexistente.
Esto hace que el coste energético del transporte sea más alto en España que en el conjunto de la UE, así como mayor la emisión de contaminantes y el impacto ambiental en general de este sector.
El uso de autobuses para transporte de viajeros es la otra cara de la moneda. Para muchos municipios, es la única vía de comunicación mediante transporte público, y su coste energético por pasajero y kilómetro llega a ser 10 veces inferior al del automóvil privado.
- Potenciar el uso de biodiésel
- Utilizar células de combustible
- Mejorar la eficiencia de los motores
Instituto para las Políticas del Transporte y el Desarrollo.
Asociación Española del Hidrógeno.
Tecnologías de hidrógeno y pilas de combustible.