Frigoríficos y congeladores son los electrodomésticos de más consumo, junto con el televisor. Podemos ahorrar mucha energía eligiendo modelos eficientes y usándolos adecuadamente. Sencillas medidas para una refrigeración eficiente:
- Si se compra uno nuevo, que sea de clase energética A o A+… y del tamaño necesario, no más grande.
- Descongelar con regularidad.
- Alejar de fuentes de calor, como las cocinas.
- Dejar enfriar los alimentos recién cocinados antes de introducirlos en el frigorífico.
Los primeros frigoríficos eran grandes instalaciones en los mercados centrales, donde se guardaban pescados, carnes y vegetales congelados o refrigerados, para su distribución por los establecimientos comerciales. Este sistema mejoró la disponibilidad de alimentos frescos durante todo el año.
Hoy en día la cadena del frío llega a todos los hogares, gracias a los refrigeradores eléctricos. Un pescado refrigerado en alta mar pasa semanas o meses a –18ºC viajando de congelador en congelador, hasta que acaba en el de nuestro frigorífico con sus propiedades alimenticias intactas.
Los refrigeradores funcionan 24 horas al día, 365 días al año. Un modelo convencional antiguo suele consumir alrededor de 800 kWh por año. Los modelos recientes de clase energética A o A+ gastan aproximadamente la mitad. El ahorro es importante, y lo será más cuando suban los precios de la electricidad.
De la energía para la refrigeración
Solución sostenible- Modelos de refrigeradores de clase energética A o A+.
- Modelos más pequeños.
Ecologistas en acción.
Mucha información sobre cómo ahorrar energía en los hogares. (en el botón “Energía”)